En abril, ¡celebramos nuestro 13º cumpleaños!
…y como nos veníamos preparando con bombos y platillos para festejarlo, les queremos presentar el logo que armamos para la ocasión.
Cumplir 13 años es más que simbólico para nuestra tradición judía. Por eso, y porque estamos orgullosos del camino recorrido, hoy queremos hacer un paréntesis en el contexto que nos atraviesa a nivel mundial y tomarnos un momento para celebrar juntos. Para brindar por la vida y renovar el compromiso que nos une; ese que asumimos en 2007 cuando nos planteamos el desafío de darle a la comunidad judía una institución de primer nivel para la atención de sus personas mayores.
Gracias a la labor de un grupo de hombres con visión e ideales acerca de cómo instrumentar el cuidado de los mayores y al apoyo de donantes y socios fundadores que sumaron su aporte, LeDor VaDor abrió sus puertas el 27 de abril de 2007 a sus primeros residentes, los ancianos del Hogar Israelita de Burzaco. Así comenzaba una nueva etapa en la historia del cuidado asistencial.
A lo largo de los años, el Hogar se ha transformado en un modelo de referencia en atención geriátrica para la sociedad en general de la mano de un equipo interdisciplinario de profesionales altamente capacitados y en permanente actualización.
LeDor VaDor es hoy un espacio para vivir con intensidad y alegría, con el mayor cuidado humano y profesional en un edificio construido con compromiso y la última tecnología. Es también una gran familia, que sigue celebrando los años. Porque cada aniversario es una ocasión para revivir momentos maravillosos, encuentros, sonrisas y proyectos, relatos y vivencias, lágrimas de despedidas, tradiciones y herencias de amor…
Este año, sin dudas, nos encuentra ante un enorme desafío. Día a día estamos trabajando para afrontarlo, en equipo, comprometidos en priorizar la salud de los Residentes, dedicando todos nuestros esfuerzos, tanto humanos como materiales.
Esperamos que pronto podamos encontrarnos reunidos una vez más en esta Casa comunitaria donde los valores de cuidado y respeto a los mayores, generación a generación, se viven y se enalzan.