Iom Haatzmaut Intergeneracional e inolvidable
LeDor VaDor se vistió de azul y blanco para celebrar el 75° aniversario del Estado de Israel, con la presencia del Embajador de Israel en Argentina, Eyal Sela y junto a más de 80 alumnos de los Colegios de la red escolar judía. Un momento único e inolvidable en el que se entrelazaron las generaciones en un legado de amor e identidad por Medinat Israel.
Regina, Lisette y Chuny residentes del Hogar, encabezaron el desfile de banderas al que le siguieron abanderados y escoltas de las escuelas Bet El, Beth, Arlene Fern, Escuela Jaim Weitzman, Natan Gesang, Bialik, Martin Buber, Marc Chagall, ORT Argentina, Scholem Aleijem, Tarbut e integrantes de ORY.
Ante un gran despliegue de 36 banderas y 80 jóvenes, y las sonrisas de más de 240 personas se entonaron los himnos argentino e israelí. Un salón colmado en el que también estuvieron presentes, voluntarios, donantes, profesionales y autoridades de las Instituciones centrales AMIA, DAIA, KKL, OSA y Fundación Tzedaká y miembros del Consejo de Administración del Hogar.
El Embajador de Israel, dirigió unas palabras y compartió su alegría de estar en LeDor VaDor junto a los residentes, la gran mayoría testigos del nacimiento del Estado de Israel en 1948.
Juli Levy, del Colegio Martin Buber, en representación de las jóvenes generaciones compartió su experiencia y sentimiento por Israel, un lazo de unión e identidad que construye desde los 10 años. Con un rol activo y de liderazgo incipiente, hoy, Juli busca transmitir este sentimiento a sus janijim.
Berta Rosenwazer, en representación de los Residentes evocó el momento en el que junto a su familia leyeron en el diario la noticia de la declaración, tenía 19 años y se encontraba en el restaurante que su papá tenía en Villa Crespo. La felicidad del acontecimiento, hizo que su padre les dijera a los clientes: “Hoy, no paga nadie”.
Inbal Sela, esposa del Sr. Embajador compartió la dulzura de la flauta traversa, interpretando dos clásicos, Oifn Pripechik y Dona Dona, junto al canto emocionado del público.
Hacia el cierre, de la mano del Cuarteto vocal Kammerton, la música hizo vibrar los corazones y enarbolar las banderas de Israel con alegría para culminar con una ronda de manos enlazadas por el amor a Israel, generación a generación.
Previo al evento, los chicos pudieron vivenciar un momento de charla e intercambio junto a los mayores, en grupos y con más intimidad, el encuentro dejó entrelazar historias y anécdotas de su vínculo con Israel. Con oídos y miradas atentas, la transmisión y el legado intergeneracional fueron protagonistas.
Fue un encuentro inolvidable que perdurará en la historia de LeDor VaDor y que esperamos sea el primero de muchos más. Con la emoción a flor de piel, agradecemos a todas las Instituciones el apoyo. Juntos somos el presente y el futuro de nuestra Comunidad.
