Nuestra propuesta: impulsar estilos de vida activos que potencien la capacidad funcional de las personas mayores
Mové todo lo que te puedas mover, te sentís bien, te sentís viva, dice Clarita Postiver a sus 90 años, mientras camina en la cinta de la Sala de Rehabilitación en el Hogar LeDor VaDor.
El Día Mundial de la Actividad Física (6 de abril) y el Día Mundial de la Salud (7 de abril), se celebran con un día de diferencia, no casualmente, para recordarnos que un estilo de vida saludable implica sostener hábitos que promuevan el movimiento y el ejercicio físico.
Muchas veces, creemos que la Salud significa ausencia de enfermedad. Sin embargo, pensar en Salud es hablar de bienestar integral, involucrando los aspectos físicos, psíquicos y sociales. Una alimentación integral, el sueño reparador, el manejo del stress, la participación en proyectos, una actitud optimista y relaciones sociales significativas, combinadas con el ejercicio físico, pueden prolongar el curso de la vida y mejorar su calidad.
Las personas estamos viviendo más años, pero, lo estamos haciendo con buena salud? Para que esos años sean vividos con vitalidad y bienestar, independientemente de si hay algún problema crónico de salud, hay que poner en práctica y fomentar un estilo de vida activo, explica la Dra. Romina Rubin, Directora Médica de LeDor VaDor y Vicepresidente de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría.
Para lograr una longevidad saludable, las estrategias deben centrarse en fomentar y mantenerse activos el mayor tiempo posible. Para eso es crucial adquirir hábitos saludables y de autocuidado y poner en práctica iniciativas ambientales inclusivas que proporcionen espacios seguros, accesibles y agradables para la práctica regular de actividad física, continúa Rubin.
En las personas mayores, la salud se mide en términos de funcionalidad. ¿Pero qué significa estar funcionales? Significa que las personas puedan ser y hacer lo que más desean el mayor tiempo posible, responde Rosa Valentina Campos, Profesora Nacional de Educación Física y Magister en Gerontología, quien coordina algunos de los espacios interdisciplinarios que promueven la actividad física, el deporte y la recreación en LeDor VaDor.
Respetando las posibilidades de movimiento y limitaciones de cada persona, la práctica regular y sistemática de actividad y ejercicio físico, contribuyen a mantener y mejorar la capacidad funcional, necesarias para una longevidad saludable.
Es fundamental fomentar el hábito del movimiento en todas las personas de todas las edades, en todos los lugares, todos los días, cada vez que se pueda con lo que se pueda. Sumando movimiento en nuestro día a día, mejoramos la funcionalidad, desarrollamos factores preventivos en todos nuestros órganos, tejidos y sistemas, generamos endorfinas, sumamos salud y bienestar, sumamos años y calidad de vida, concluye Campos.